Las políticas públicas que se ha implementado en los años ochenta y noventa han tenido como finalidad eliminar la discriminación de la que son objeto las mujeres. El nuevo auge feminista no es nada nuevo, siempre han existido diferencias entre hombres y mujeres a lo largo de los siglos, pero a partir del auge del feminismo ya nadie cree que esta desigualdad sea natural e incuestionable. La teoría más importante ha sido la del patriarcado, en ella se afirma que las sociedades patriarcales lo hombre tiene poder sobre las mujeres. Para estudiar los mecanismos mediante los cuales el sexo biológico se convierte en una característica social se creo la especialidad de Estudios de Mujer. En todas las sociedades hombres y mujeres desempeñan funciones diferentes. Las niñas y los niños son educados y socializados para que aprendan a desempeñar las tareas propias de su sexo y que las consideren como normal. Por lo tanto se considera a hombres y mujeres diferentes. Las diferencias biológicas pasan a ser la base que justifica la división sexual del trabaja y el sistema de género que se expresa en cuatro niveles: 1. Las características biológicas secundarias. 2. La identidad personal. 3. Los roles sociales. 4. Los ámbitos sociales. En la división de trabajos el hogar siempre ha sido el lugar de la mujer y el espacio público destinado a los hombres. Ocasionalmente por circunstancias económicas la mujer ha podido salir y trabajar fuera de casa. Las políticas a favor de la equidad entre las mujeres y los hombres buscan corregir la desigualdad que se genera en el sistema de género.
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