Anthony Giddens
En el ámbito de
la sociología se manejan de forma habitual dos conceptos: el de cultura y el de sociedad. Cuando se habla de cultura se refiere a un conjunto de valores que comparte un grupo, como también se refiere a las normas que sigue este grupo para desarrollar su vida cotidiana. Cuando se dice cultura además se refiere a los modos de vida que siguen las personas integrantes de un cierto grupo social, es decir, trabajo, educación, tradiciones religiosas, vida en pareja, vida familiar, bienes que crean y usan entre otros. Aunque cultura y sociedad vayan ligadas se debe hacer una distinción. Sociedad es un “sistema de interrelaciones” que enlaza a los individuos. Cultura y sociedad van juntas porque ninguna cultura puede existir sin sociedad. La cultura es lo que nos hace humanos. Es lo que nos distingue de los animales.
En nuestro mundo existe una gran diversidad cultural. Las costumbres y los valores cambian mucho de una cultura a otra. Si comparamos la cultural que denominamos “occidental” con las diferentes culturas que existen en los países de Asia, veremos que en muchos aspectos diferencia de nuestra cultura como por ejemplo en hábitos alimenticios, tradiciones familiares, religiosas, etc. Estas distintas señas de comportamiento son solo algunas de las muchas diferencias culturales que existen entre las diferentes sociedades. Cuando en sociología se estudian otras culturas que tienen comportamientos diferentes hay que intentar despojarse de todos los prejuicios que se tienen para poder estudiar de forma adecuada el modo de vida de otros pueblos.
A pesar de todas las diferencias descritas, existen algunos rasgos comunes. Estos rasgos comunes se denominan universales culturales. Estos son, por ejemplo, una lengua, un sistema familiar, una religión o derechos de propiedad privada.
En el mundo moderno podemos distinguir dos tipos de sociedades: las sociedades industrializadas y las sociedades del Tercer Mundo.
En las sociedades industrializadas la gran mayoría de la población trabaja en fábricas y oficinas antes que en la agricultura. También están más urbanizadas que las sociedades tradicionales. El noventa por cien de la población vive en ciudades y éstas son mucho más grandes que los asentamientos urbanos de las sociedades tradicionales. Los sistemas políticos también son mucho más complejos y desarrollados. Las sociedades industrializadas son las primeras que crearon los estados nacionales. En éstos los gobiernos tienen un poder más amplío y sus políticas afectan más a la vida cotidiana de los ciudadanos.
Por otro lado tenemos las sociedades del Tercer Mundo. Éstas son las que una vez fueron colonias pero que después del proceso de colonización no fueron pobladas por los europeos que inicialmente les colonizaron. Estas sociedades, en general, tienen un nivel de desarrollo industrial inferior. Al contrario que en las sociedades industrializadas, la mayoría de la población de estas sociedades se dedica a la agricultura y también continúan viviendo en zonas rurales. Los sistemas políticos derivan de aquellos instalados por las naciones colonizadoras. Cuando las naciones colonizadoras han ido dejando el control de estas colonias en manos de dirigentes locales, no han ayudado en nada a que estas naciones prosperen. En África, por ejemplo, es posiblemente el continente más pobre del mundo y es en el que más países han tenido intereses. Francia concentraba gran parte de su imperio en tierras africanas. Hoy en día, aparte de tener muchos problemas de hambre y pobreza, también destaca por tener políticos corruptos y conflictos bélicos. En todos estos problemas los más perjudicados siempre son los mismos y son las personas civiles normales que conforman la sociedad de los países del Tercer Mundo. El legado cultural que dejaron los países colonizadores es importante y útil para los países colonizados, pero al abandonar sus funciones de metrópoli dejaron a muchos países huérfanos de gobiernos competentes que pudieran seguir con la labor. Por esta razón es relevante que los países industrializados hagan algo para ayudar al Tercer Mundo, ya que en su momento éstos le aportan riquezas en el pasado.

En nuestro mundo existe una gran diversidad cultural. Las costumbres y los valores cambian mucho de una cultura a otra. Si comparamos la cultural que denominamos “occidental” con las diferentes culturas que existen en los países de Asia, veremos que en muchos aspectos diferencia de nuestra cultura como por ejemplo en hábitos alimenticios, tradiciones familiares, religiosas, etc. Estas distintas señas de comportamiento son solo algunas de las muchas diferencias culturales que existen entre las diferentes sociedades. Cuando en sociología se estudian otras culturas que tienen comportamientos diferentes hay que intentar despojarse de todos los prejuicios que se tienen para poder estudiar de forma adecuada el modo de vida de otros pueblos.
A pesar de todas las diferencias descritas, existen algunos rasgos comunes. Estos rasgos comunes se denominan universales culturales. Estos son, por ejemplo, una lengua, un sistema familiar, una religión o derechos de propiedad privada.
En el mundo moderno podemos distinguir dos tipos de sociedades: las sociedades industrializadas y las sociedades del Tercer Mundo.

Por otro lado tenemos las sociedades del Tercer Mundo. Éstas son las que una vez fueron colonias pero que después del proceso de colonización no fueron pobladas por los europeos que inicialmente les colonizaron. Estas sociedades, en general, tienen un nivel de desarrollo industrial inferior. Al contrario que en las sociedades industrializadas, la mayoría de la población de estas sociedades se dedica a la agricultura y también continúan viviendo en zonas rurales. Los sistemas políticos derivan de aquellos instalados por las naciones colonizadoras. Cuando las naciones colonizadoras han ido dejando el control de estas colonias en manos de dirigentes locales, no han ayudado en nada a que estas naciones prosperen. En África, por ejemplo, es posiblemente el continente más pobre del mundo y es en el que más países han tenido intereses. Francia concentraba gran parte de su imperio en tierras africanas. Hoy en día, aparte de tener muchos problemas de hambre y pobreza, también destaca por tener políticos corruptos y conflictos bélicos. En todos estos problemas los más perjudicados siempre son los mismos y son las personas civiles normales que conforman la sociedad de los países del Tercer Mundo. El legado cultural que dejaron los países colonizadores es importante y útil para los países colonizados, pero al abandonar sus funciones de metrópoli dejaron a muchos países huérfanos de gobiernos competentes que pudieran seguir con la labor. Por esta razón es relevante que los países industrializados hagan algo para ayudar al Tercer Mundo, ya que en su momento éstos le aportan riquezas en el pasado.
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