martes, 20 de enero de 2009

El sistema social de género

Judith Astelarra
A partir de la década de los sesenta del siglo XX se produce en los países occidentales un auge del feminismo. Este movimiento social luchará por la liberación de la mujer. Cabe decir que éste fenómeno no es nuevo ni mucho menos. Podemos decir que en esta época surge un renacimiento del feminismo.
Esta desigualdad es de origen social. Esto significa que sus causas no se tienen que buscar en la naturaleza sino en el orden social. Los hombres y mujeres no son desiguales porque nacen desiguales, sino porque la sociedad los coloca en desigualdad. Esta desigualdad se muestra según el sistema sociopolítico y el desarrollo cultural o económico de cada país.
A partir de la teoría del patriarcado surge el concepto de género para distinguirlo del sexo. El género se refiere a las diferencias sociales y el sexo se refiere a las diferencias biológicas. Las personas nacen con un sexo asignado pero el género se le es asignado por el sistema social. Este sistema de género sirve para definir los cuáles eran los aspectos de la discriminación de las mujeres que se tenían que quitar y qué métodos debía usar la administración pública para conseguirlo.
En la sociedad actual existe el llamado sistema de género. Esto se distingue por la división sexual del trabajo que sirve para dar cuenta de la existencia de una característica social común a todas las sociedades: hombre y mujeres realizan funciones diferentes. Esta división de roles se establece desde que somos pequeños. Los niños y las niñas son educados y socializados para aprender a realizar diferentes tareas y para que acepten este orden social como lo “normal”.
El sistema social de género se refiere a los procesos y mecanismos que regulan y organizan la sociedad para que mujeres y hombres sean, actúen y se consideren diferentes. También determina qué áreas sociales son de competencia de un sexo u otro. Las diferencias biológicas y naturales son la justificación utilizada para la división sexual del trabajo y el sistema de género.
El género se expresa en cuatro niveles diferentes. En primer lugar sería en las características biológicas secundarias. Para la reproducción humana debe existir el dimorfismo sexual. Esto significa que debe haber dos individuos claramente diferenciados, en este caso el macho y la hembra. El dimorfismo sexual también produce otro tipo de características asociadas al sexo, por ejemplo la fuerza física o el tamaño del pecho. Esta sería una primera forma en la que se expresa el género y se distinguen a los hombres y las mujeres. En segundo lugar tenemos la identidad personal. La gran variedad de modelos de sociedades y diferentes estereotipos que existen en las diferentes sociedades indican que la determinación del género no se basa en la biología. El origen de todo se encuentra en las definiciones sociales y culturales que son transmitidos a través de las generaciones por la socialización. En tercer lugar encontramos los roles sociales. Esto significa que el género no solo es asignado a las personas si no que también se asigna a las actividades. Por ejemplo, los roles de cuidado de las personas siempre ha sido asignado al género femenino mientras que las actividades de guerra se les ha asignado al género masculino. Por último lugar existe también la diferenciación de ámbitos sociales masculinos y femeninos.
Para que el género social descrito se desarrolle, las sociedades humanas han creado instituciones y mecanismos que forman el sistema social de género. La institución base del sistema de género es la familia. La familia es la que regula las relaciones de género. Lo que sucede en el ámbito de la familia es lo que luego se proyecta a otros ámbitos de la vida social. La existencia de la división sexual del trabajo y su expresión en el sistema de género no significa que las diferencias entre hombres y mujeres se conviertan en una relación de desigualdad entre ambos aunque el sistema de género nunca se distinguió por su igualdad.
En la sociedad moderna, la organización del sistema de género se expresó a través de una forma de división sexual del trabajo que acentuó la separación del espacio privado: el hogar era el lugar destinado a las mujeres y el espacio público era para los hombres. La familia que era la institución central del sistema de género en la sociedad preindustrial ahora pierde las funciones económicas, sociales y políticas. El trabajo doméstico de las mujeres no es valorado económicamente. La creación de núcleos urbanos terminó de consolidar la separación entre lo público y lo privado.
Esta forma de división sexual del trabajo, que se puede decir que aún persiste hoy en día, tuvo consecuencias significativas en las relaciones sociales que hombres y mujeres pueden desarrollar. Mientras los hombres trabajan de forma colectiva y participan en otro tipo de actividades, las mujeres amas de casa lo hacen de forma individual y no se relacionan mucho con los demás ya que permanecen muchas horas en casa. En las actividades públicas se han impuesto las organizaciones y las relaciones más formales e impersonales mientras que el mundo privado y la familia se han convertido en el principal lugar donde se expresan los sentimientos, el afecto y las relaciones personalizadas. De esta forma lo masculino se ha impuesto socialmente en la medida en que los hombres son los privilegiados y las mujeres las discriminadas.
El sistema de género de la sociedad moderna y su división de los ámbitos de actividad en públicos y privados produjo una división de actividades sociales que coincidía con la definición de roles de género. La dimensión de género hizo que el ámbito público se considerara masculino y el privado femenino. Los cambios a partir de los sesenta implicaron que cada vez más mujeres se incorporaran a la esfera pública, manteniendo al mismo tiempo sus roles familiares. Es lo que se ha definido como la “doble presencia” femenina. De todas formas, sigue existiendo una dimensión de género que afecta a todas las actividades sean económicas, culturales, políticas o sociales. Podemos decir así que las mujeres tienen unos ámbitos sociales donde están presentes y otros donde están ausentes y que ellos se corresponden con la división sexual del trabajo de la sociedad moderna. La incorporación de las mujeres al ámbito público la podemos definir en la actualidad como una presencia condicionada y una ausencia relativa. Pueden existir casos de doble presencia, donde la mujer trabajo dentro y fuera del ámbito doméstico. Pero la presencia de la mujer en el ámbito público aún no se produce en plena igualdad con los hombres y se describe como presencia condicionada. Las mujeres aún están lejos de participar en las actividades públicas sin que el hecho de ser mujer no se traduzca en inferioridad de condiciones, sean económicas, políticas o culturales.


En cuanto a la relación entre el sistema de género y la política, es el movimiento feminista el que ha expuesto reivindicaciones que benefician al colectivo femenino y también han hecho demandas que han formado parte de propuestas más amplias de profundización de la democracia.
El sistema de género no sólo afecta a las relaciones sociales sino también a las relaciones políticas. Política y familia se desarrollaron como dos instituciones contrapuestas que nunca debían intercambiarse. El origen de esta separación se encuentra en la cultura griega donde distinguían entre polis (sede la política) y el oikos (ámbito doméstico). Se componía de estos dos mundos diferentes: el de la actividad política y el de la satisfacción de las necesidades y el de la cultura y naturaleza. Uno considerado noble y el otro menospreciado. En el caso de las mujeres, se las silenciaba en gran medida por su propia naturaleza y por su capacidad reproductiva pero también porque aquello que se hacía en el ámbito doméstico no era considerado una actividad noble como la política. La política ha sido siempre por excelencia el lugar de lo público y de su expresión, la voz pública.
La consecución del derecho a voto no ha significado la superación de las contradicciones que existen en la sociedad del “Estado del Bienestar”. Las diferencias de género que estructuran las relaciones personales entre hombres y mujeres, la división del trabajo y la distribución de recursos y poder, también forman parte, de forma oculta, de la estructura de la ciudadanía. El enfoque de género no sólo permite mostrar las contradicciones entre los principios de la ciudadanía y la práctica de la desigualdad entre las mujeres y los hombres, sino que también muestra los problemas políticos con una concepción de la ciudadanía que ignora lo privado y por tanto es restrictiva. No da valor a lo que es el ámbito privado de la vida. Fue precisamente por su ubicación en el mundo privado por lo que las mujeres no fueron consideradas ciudadanas y se las excluyó del sufragio. La concepción sólo pública de la ciudadanía se manifiesta también en el tipo de derechos individuales que se recogieron: sólo se vinculaban con las actividades públicas y se centraban en el trabajo, la política y la vida social y cultural.
La participación del sistema de género de la sociedad moderna produce dos tipos de limitaciones para la participación femenina en las organizaciones políticas y en las instituciones del Estado. Por un lado, al obligarlas a ser las responsables del trabajo doméstico les deja menos tiempo disponible. En segundo lugar, la asignación de sexo a las áreas sociales y sus actividades hace que se estructuren de tal modo que sea difícil para las mujeres participar en las masculinas y viceversa. Las diputadas o concejalas, por ejemplo, son destinadas a temas de educación o servicios sociales y muy pocas veces se les asignan tareas de defensa o relaciones internacionales. Sí que es cierto que hay más mujeres en los cargos políticos parlamentarios o de gobierno pero esto no significa que estén en puesto de decisión que permitan cambiar normas o cambiar la forma de hacer política. En las últimas dos décadas se han producido cambios importantes en la incorporación de las mujeres a los puestos de poder, las dificultades no han sido superadas del todo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cultura y sociedad

Anthony Giddens
En el ámbito de la sociología se manejan de forma habitual dos conceptos: el de cultura y el de sociedad. Cuando se habla de cultura se refiere a un conjunto de valores que comparte un grupo, como también se refiere a las normas que sigue este grupo para desarrollar su vida cotidiana. Cuando se dice cultura además se refiere a los modos de vida que siguen las personas integrantes de un cierto grupo social, es decir, trabajo, educación, tradiciones religiosas, vida en pareja, vida familiar, bienes que crean y usan entre otros. Aunque cultura y sociedad vayan ligadas se debe hacer una distinción. Sociedad es un “sistema de interrelaciones” que enlaza a los individuos. Cultura y sociedad van juntas porque ninguna cultura puede existir sin sociedad. La cultura es lo que nos hace humanos. Es lo que nos distingue de los animales.
En nuestro mundo existe una gran diversidad cultural. Las costumbres y los valores cambian mucho de una cultura a otra. Si comparamos la cultural que denominamos “occidental” con las diferentes culturas que existen en los países de Asia, veremos que en muchos aspectos diferencia de nuestra cultura como por ejemplo en hábitos alimenticios, tradiciones familiares, religiosas, etc. Estas distintas señas de comportamiento son solo algunas de las muchas diferencias culturales que existen entre las diferentes sociedades. Cuando en sociología se estudian otras culturas que tienen comportamientos diferentes hay que intentar despojarse de todos los prejuicios que se tienen para poder estudiar de forma adecuada el modo de vida de otros pueblos.
A pesar de todas las diferencias descritas, existen algunos rasgos comunes. Estos rasgos comunes se denominan universales culturales. Estos son, por ejemplo, una lengua, un sistema familiar, una religión o derechos de propiedad privada.
En el mundo moderno podemos distinguir dos tipos de sociedades: las sociedades industrializadas y las sociedades del Tercer Mundo. En las sociedades industrializadas la gran mayoría de la población trabaja en fábricas y oficinas antes que en la agricultura. También están más urbanizadas que las sociedades tradicionales. El noventa por cien de la población vive en ciudades y éstas son mucho más grandes que los asentamientos urbanos de las sociedades tradicionales. Los sistemas políticos también son mucho más complejos y desarrollados. Las sociedades industrializadas son las primeras que crearon los estados nacionales. En éstos los gobiernos tienen un poder más amplío y sus políticas afectan más a la vida cotidiana de los ciudadanos.
Por otro lado tenemos las sociedades del Tercer Mundo. Éstas son las que una vez fueron colonias pero que después del proceso de colonización no fueron pobladas por los europeos que inicialmente les colonizaron. Estas sociedades, en general, tienen un nivel de desarrollo industrial inferior. Al contrario que en las sociedades industrializadas, la mayoría de la población de estas sociedades se dedica a la agricultura y también continúan viviendo en zonas rurales. Los sistemas políticos derivan de aquellos instalados por las naciones colonizadoras. Cuando las naciones colonizadoras han ido dejando el control de estas colonias en manos de dirigentes locales, no han ayudado en nada a que estas naciones prosperen. En África, por ejemplo, es posiblemente el continente más pobre del mundo y es en el que más países han tenido intereses. Francia concentraba gran parte de su imperio en tierras africanas. Hoy en día, aparte de tener muchos problemas de hambre y pobreza, también destaca por tener políticos corruptos y conflictos bélicos. En todos estos problemas los más perjudicados siempre son los mismos y son las personas civiles normales que conforman la sociedad de los países del Tercer Mundo. El legado cultural que dejaron los países colonizadores es importante y útil para los países colonizados, pero al abandonar sus funciones de metrópoli dejaron a muchos países huérfanos de gobiernos competentes que pudieran seguir con la labor. Por esta razón es relevante que los países industrializados hagan algo para ayudar al Tercer Mundo, ya que en su momento éstos le aportan riquezas en el pasado.

Socialización y ciclo vital

Anthony Giddens

La socialización es el proceso por el cual el niño se va convirtiendo gradualmente en persona acabando por ser capaz de adaptarse a la cultura en la que ha nacido. Aunque el proceso de aprendizaje cultural es mucho más intenso durante la infancia y la niñez temprana, el aprendizaje y el amoldamiento continúan durante todo el ciclo vital.

En ocasiones, por motivos casuales se han visto niños que han recibido una forma de vida al margen de la cultura natural, como puede ser: por haber vivido encerrados o en total libertad en los bosques, estos niños han presentado un desarrollo nulo del lenguaje e incluso de la capacidad de caminar erguidos. Además, cuando se ha tratado de enseñarles conocimientos mínimos para vivir en la sociedad han tenido severas dificultades y no han logrado llegar a un nivel apropiado para su edad.

Existen agentes socializadoras que se encargan de situar en un determinado entorno social los conocimientos. Una de estas agencias es la familia, que afecta profundamente a los modelos de socialización, depende del nivel social, religión etc, los niños adoptan sin cuestionárselo formas de comportamiento características de sus padres y del ambiente en el que crecen.

Otras agencias socializadoras son: relaciones de pares que son grupos de amigos de niños de la misma edad. Estos grupos se formalizan por grados de edad, cada generación tiene unas responsabilidades y derechos (grupo exclusivos de varones). Existen ritos o ceremonias que provocan la transición de un nivel a otro. “Los hombres no cambian de nivel como individuos, sino como grupos enteros”. Las escuelas son una de las principales influencias para los grupos de pares, hoy en día la mujer trabaja y se ve obligada a dejar al niño en la guardería desde muy temprana edad, con otros niños iguales, esto fomenta las relaciones de pares. Estas relaciones se pueden alargar durante toda la vida, sobre todo en lugares con poca movilidad donde los amigos del colegio lo son hasta la vejez. Escuelas en las escuelas además de las asignaturas normales (currículum formal) existe un currículum oculto los niños deben estar callados en clase, deben ser puntuales y deben respetar unas reglas de disciplina escolar. Las escuelas pueden ser una vía de escape de los aspectos restrictivos de los orígenes sociales a los que pertenecen porque la educación es abierta todos los niños procedentes de entornos pobres que tienen una oportunidad de ascender en la escala de la sociedad. Aunque también hay diferencias ya que los niños más desfavorecidos no suelen tener el apoyo de sus padres para hacerlo bien en la escuela, las escuelas de los barrios más pobres suelen tener peores instalaciones y menos profesores, esto puede provocar que los niños vean la escuela como un lugar hostil. Otra agencia socializadora son los medios de comunicación de masas hoy en día la televisión ha desbancado a los medios escritos a la hora de llegar al público, un informe indica que en Inglaterra tanto niños como adultos pasan delante de la televisión el tiempo equivalente a cien días de colegio. No se han logrados estudios efectivos que indiquen el grado de influencia de la televisión en los espectadores, pero sí esta claro que la mayoría de las informaciones les llega por dicho medio y que no les llegarían de otra forma. Actualmente muy pocas culturas permanecen al margen de los medios de comunicación.

La resocialización es una ruptura de valores y modelos de comportamiento previamente aceptados y por la subsiguiente adopción de otros radicalmente diferentes. Esto puede producirse por un cambio drástico como puede ser un encarcelamiento, el ingreso en un manicomio, un cuartel o cualquier tipo de reclusión que aísle al individuo del mundo exterior y lo someta a una disciplina. Se han hecho estudios sobre personas que vivieron en campos de concentración en la Alemania Nazi en los que las personas afectadas cambiaban sus comportamientos de una forma radical y se adaptaban a las circunstancias.

Las etapas de la vida son de naturaleza social tanto como natural. Están influenciadas por las diferencias culturales, así como por las circunstancias materiales en las que vive la gente en determinados tipos de sociedades. La infancia es la etapa que abarca desde la niñez y el principio de la adolescencia. Antiguamente esta etapa no existía, los niños pasaban de bebés a adultos comenzado, por ejemplo, a trabajar a una edad muy temprana, los derechos de los niños son relativamente recientes. La adolescencia viene representada por los cambios biológicos que se sufren en la pubertad. Pero en muchas culturas esto no provoca los mismo cambios que en la cultura occidental actual que se considera una expansión generalizada de los derechos de los niños con proceso educativo formal. Los adolescentes tratan a menudo de copiar las formas de sus padres. El joven adulto esta etapa parece única de del desarrollo personal y sexual de las sociedades modernas. La edad adulta es una etapa en que hace años era considerada la vejez, ya que la tasa de mortalidad era tan elevada que pocas personas la superaban. Actualmente los adultos tiene que formarse su vida independientemente, al contrario que en la antigüedad en la que las familias estaban compuestas por padres, hijos y nietos que compartían un mismo horario de trabajo, hoy en día las principales incertidumbres se producen en el matrimonio, la familia y otros contextos sociales. La última etapa es la vejez la cual provocaba un gran respeto en las sociedades tradicionales, en las que los viejos tenían la última palabra en las decisiones importantes. Actualmente es al contrario ya que una persona de más de sesenta y cinco años jubilada, disfruta de menos dinero y a la vez que deja de sentirse útil por lo que no logra alcanzar al máximo grado de plenitud. Gracia a una longevidad mayor en la que se ha incrementado el número de personas que pasa de los sesenta y cinto años se ha creado una nueva etapa de aprendizaje, la tercera edad.

La muerte hoy en día es menos visible que en la antigüedad ya que las personas tienden a morir en recintos cerrado de hospitales. También se ha cambiado el concepto ya que actualmente la muerte se considera el final de la vida personal y no como una renovación de generaciones. La muerte da miedo a las personas y se tiende a esconderla a enfermos terminales, se han estudiado los cinco estados que adopta una persona ante el final de la vida: negación, ira, negociación, depresión, y finalmente si se pasa este último la aceptación.

Socialización y libertad individual. Dado que el entorno en el que nacemos y alcanzamos la madurez tiene tanta influencia en nuestro comportamiento es lógico pensar que nos movemos por unos cánones establecidos y de los que no podemos salir, pero la socialización es también el origen de nuestra propia individualidad y de nuestra libertad. En el curso de la socialización cada uno desarrolla un sentido de la identidad propio.

Familia, matrimonio y vida privada

Anthony Giddens
En el ámbito sociológico también se analizan las relaciones que tiene cada persona con las otras personas a su alrededor como por ejemplo su familia, amigos o pareja sentimental.

Una familia es un grupo de personas que está unida por lazos de parentesco. Los lazos de parentesco se establecen entre las personas a través del matrimonio o por líneas genealógicas como por ejemplo los vínculos entre madres e hijos. El matrimonio es una unión sexual entre dos personas adultas que es reconocida socialmente. Dentro de la familia se pueden diferenciar la familia nuclear y la familia extensa. La familia nuclear se compone de dos adultos que conviven juntos con sus hijos ya sean propios o adoptados. La familia extensa es cuando además de los miembros de la familia ya mencionados, otros parientes conviven también en el mismo hogar.

En cuanto al matrimonio, en el mundo occidental es ilegal que una persona este casada con más de una a la vez. Esto se llama monogamia. En otras sociedades sí que está permitida la poligamia. Esto es cuando un hombre puede estar casado con más de una mujer a la vez.

A lo largo de la historia, la vida familiar ha ido evolucionando. Una familia del siglo XXI no vive igual que una familia del siglo XVI o XIX. En el desarrollo de la vida familiar se distinguen tres fases desde el siglo XVI hasta el XIX según el sociólogo histórico Lawrence Stone. En la primera fase el tipo de familia más común era muy parecido al que conocemos hoy como familia nuclear pero muy integrada en las relaciones con otros parientes. El sexo dentro del matrimonio solo se consideraba el medio para procrear. Normalmente la gente no era libre de elegir con quien se casaba, si no que dependían de los intereses de sus padres.

La segunda fase empieza a principios del siglo XVII hasta el siglo XVIII. La familiar nuclear empieza a ser más independiente respecto al resto de familiares. Se empieza a dar importancia al amor dentro del matrimonio y al amor de los padres a los hijos pero también aumenta el poder de la figura del padre.

En la tercera fase la familia es un grupo unido por estrechos vínculos emocionales. Aparece el concepto de individualismo afectivo: la formación de parejas sentimentales basadas en la libre elección de los individuos y guiadas por el amor o la atracción sexual.

Con la evolución de la familia y el matrimonio, también nos encontramos con un fenómeno que se hace cada vez más común en nuestra sociedad occidental: el divorcio. Durante muchos siglos se ha considerado que el matrimonio era algo indisoluble. De hecho, las primeras leyes de divorcio que no consideraba a ninguna de las partes “culpables” se aprobaron a mediados de los años sesenta. El divorcio influye en la vida familiar, sobre todo en la vida de los niños que muchas veces tienen que vivir a caballo entre dos hogares, convivir con padrastros o madrastras, etc.

Hay varias razones por las que el divorcio está en aumento. Esto no siempre significa que las parejas sean más infelices. Actualmente el matrimonio por conveniencia ya no es tan habitual, es decir, las personas ya no se casan para mantener un estatus social o una propiedad tanto como antes. El hecho de que el divorcio ya no se considere una deshonra también ayuda a que la gente no tenga reparo a la hora de hacerlo si encuentra que es necesario.

La vida familiar no siempre son cálidas, también tienen cara oculta. No significa que en todas las familias existan estos problemas, pero sí que es importante señalarlos. El abuso sexual en la infancia es cuando un adulto realiza actos sexuales a menores que no han llegado a la edad de consentimiento. Se ha demostrado que el abuso sexual a niños es más habitual que lo que pensamos. También se señala que es más común en familias de clase baja pero que se produce en todos los niveles. Estos abusos sexuales pueden tener consecuencias a largo plazo para los que los sufren. Hay estudios sobre personas drogadictas, prostitutas o delincuentes que demuestran que un gran número de estas personas sufrieron abusos sexuales en su infancia. Además está demostrado que la mayoría de los casos de abuso sexual son por parte de hombres.

Otra de las caras ocultas de la familia es la violencia. En este aspecto también predominan los hombres. La violencia doméstica se puede definir como los malos tratos físicos producidos por un miembro de la familia a otro. Los menores de seis años son los más afectados por este tipo de violencia. La violencia de maridos hacia sus esposas es la segunda más común.

Aunque la forma más habitual de vivir sea en matrimonio o en familia, existen alternativas a este modo de vida. Existen por ejemplo las comunas, aunque no sea un ejemplo muy común. En estas comunidades todos los hombres estaban casados con todas las mujeres y todos eran padres de todos los niños. Otra forma más habitual es la cohabitación, cuando una pareja vive junta sin estar casados. Muchas parejas adoptan esta forma de convivencia como prueba antes del matrimonio. Otras formas de familia son las parejas homosexuales y las personas que viven solteras.


Estratificaión y estructura de clase

Anthony Giddens

La estratificación puede definirse como las desigualdades estructurales que existen entre diferentes grupos de individuos. Pueden distinguirse cuatro sistemas de estratificación básicos: esclavitud, casta, estamentos o estado y clase.

Esclavitud: es una forma extrema de desigualdad en la que unos individuos son propietarios, literalmente, de otros. Dentro de la esclavitud existieron diferencias, algunos esclavos se limitaban al servicio domestico o al trabajo en el campo, pero otros podían llegar formar parte del ambiente público y participar. Incluso había algunos que sabían leer y escribir. Con frecuencia los esclavos se resistían a su condición o luchaban contra ella. Para que el trabajo fuera efectivo se usaban métodos de tortura o coacción pero se acabo descubriendo que los incentivos positivos, como dinero o mejor trato, eran más efectivos, lo que provocó que la esclavitud fuera desapareciendo.

Castas: la casta se asocia, sobre todo, con las culturas del subcontinente indio. Disponen de varios estratos siendo muy difícil que un individuo independiente pase de uno al otro, en cambio todo un grupo si podría variar de estrato. En los diferentes rangos existen dos claramente diferenciados los varna y los jati, en el punto más bajo de la escala están los intocables. Este sistema está ligado estrechamente con la reencarnación, creyendo que si no se siguen todos los rituales la reencarnación será en una casta inferior a la del momento de la muerte. El termino casta se emplea en ocasiones fuera del ámbito indio cuando dos grupos están étnicos profundamente separados y prevalece las ideas de pureza de racial.

Estamentos: lo estamentos o estados eran parte del feudalismo europeo, pero también existieron en muchas otras civilizaciones tradicionales. Cada estrato tenía unas determinadas obligaciones y derechos. El estamento más alto era la nobleza y la aristocracia seguida por el clero y el tercer estado que eran los plebeyos, era más fácil que en las castas pasar de un estado al otro, se podía recompensar a un plebeyo subiéndolo de rango o por medio de un matrimonio. Hoy en día en Gran Bretaña aún se heredan los títulos nobiliarios

Clase: es un agrupamiento a gran escala de personas que comparten ciertos recursos económicos, los cuales tiene una gran influencia en la forma de vida que pueden llevar. Los sistemas de clase difieren en muchos aspectos de la esclavitud, las castas o los estamentos. Deben mencionarse en especial cuatro diferencias:

1.- Son más fluidos que el resto y no están establecidos mediante disposiciones jurídicas o religiosas y tampoco son hereditarios.

2.- La clase en un individuo es adquirida y el movimiento de una clase a otra es bastante frecuente.

3.- Las clases se basan en diferencias económicas.

4.- los sistemas de clases operan principalmente mediante conexiones impersonales a gran escala.

Teorías de la estratificación en las sociedades modernas

La teoría de Karl Marx.-

Para Marx, una clase es un grupo de personas que tienen una relación común con los medios con los que se ganan la vida. La relación entre las clases se basa en la explotación. Los que están arriba se enriquecen porque ganan mucho más de lo que les pagan a los trabajadores, esta plusvalía es el origen de la ganancia que los capitalistas pueden usar en su propio beneficio. A Marx le sorprende como el sistema capitalista impide que los trabajadores accedan al dinero que genera su propio trabajo.

La complejidad de los sistemas de clases se basa en que hay dos clases principales los que poseen y quienes no poseen los medios de producción. Para estas clases existe una división:

Teoría de Max Weber.-

Parte del análisis desarrollado por Marx, modificándolo y reelaborándolo y extrae dos diferencias fundamentales. La primea es las divisiones de clase no solo derivan del control de los medios de producción, si no que también influye en el conocimiento que tenga dicha persona, los profesionales y directivos con estudios o conocimientos tenían mejores condiciones que los trabajadores rasos. En segundo lugar distingue otros aspectos básicos de la estratificación de clases, el estatus y el partido. El estatus viene definido por las diferencias que existen entre los grupos en relación a la reputación o al prestigio, se podía pertenecer a un grupo de prestigio o a un grupo de parias. En cuanto el partido era la un importante aspecto del poder y podía influir en la estratificación con independencia de la clase o la posición.

Teorías de las clases de Erik Olin Wright.-

Este sociólogo estadounidense toma las ideas de Marx e incorpora las de Weber e identifica tres dimensiones para identificar las clases existentes: 1.- control sobre las inversiones o el capital monetario 2.- control sobre los medios físicos de producción 3.- control sobre las fuerzas de trabajo.

Los miembros de la clase capitalista tienen control sobre las tres dimensiones, los obreros sobre ninguna. En medio de ambos hay una clase más ambigua que Wright denomina situaciones contradictorias de clase porque pueden influir en algunas facetas de la producción pero se les niega el control de otras.

Frank Parkin: un enfoque weberiano

El británico Frank Parkin identifica la propiedad solo como un cierre social que puede ser monopolizado por una minoría y utilizado para ejercer el poder sobre otros. Este fenómeno implica dos tipos de procesos. La exclusión, que se refiere a las estrategias adoptadas por los grupos para separarse de los extraños, impidiéndoles el acceso a recursos valiosos. Y la usurpación que alude a los intentos de los para adquirir recursos monopolizados previamente por otros.

Las clases en las sociedades occidentales actuales

Algunos autores señalan que la clase se ha convertido en algo que tiene bastante poa importancia en las sociedades accidentales modernas. Los impuestos dirigidos a los ricos, junto con la asistencia social para los pobres y la escuela pública han eliminado parte de estas diferencias, pero hay pocas esferas de la vida social que no se vean afectadas por este tpo de diferencias. Las personas de clase trabajadora tienen como media meno peso al nacer, son más bajos en su edad adulta y mueren antes por enfermedades que los de las clases altas.

Divisiones en función de la clase social.

Clase social alta

Es relativamente escasa y dentro de está hay una división entre viejo y nuevo rico. Las propiedades otorgan poder y los miembros de la clase alta están desproporcionadamente representados en los más altos niveles del poder.

Clase media

Es a la que pertenece mayor población y está formada por personas que tiene ocupaciones muy diferentes. Hay tres sectores dentro de la clase media: la vieja clase media, que son trabajadores por cuenta propia. La clase media alta que se compone de los que principalmente ocupan puestos directivos o profesionales y la clase media baja que es una categoría heterogénea en la que entran oficinistas, representantes, maestros, enfermeros y otros.

Clase obrera

Abarca a los que tiene oficios manuales. Al igual que en la clase media hay divisiones de estratos dentro de la clase obrera. Clase obrera alta compuesta por trabajadores cualificados, también llamada aristocracia laboral ya que tienen más derechos que el resto de la clase obrera. La clase obrera baja está compuesta por aquellos que realizan trabajos no cualificados o semicualificados que necesitan poco aprendizaje.

La Infraclase

Dentro de la clase obrera encontramos esta gran línea de demarcación donde se encuentran las minorías desfavorecidas que componen la infraclase. Tienen unas condiciones laborales y un nivel de vida bastante inferior al de la mayoría de la población. Suelen formar esta clase los parados de larga duración y los inmigrantes. Esta clase ha sido estudiada en numerosas ocasiones y ha dado nombre a numerosos estudios. En Estados Unidos la infraclase estaba compuesta principalmente por la población negra, y este patrón se repetía en numerosas ciudades del país.

Cambios en la estructura de clase

Los autores afirman que hoy en día ha desaparecido la clase social alta como tal. La tierra ha perdido poder y este esta siendo ejercido por grandes compañías que en ningún caso son individuales sino colectivas y en las que los jefes no son lo dueños si no meros trabajadores de alta cualificación. Ha crecido a su vez el número de personas que ocupan puestos profesionales, directivos y de administración que obtienen por poseer credenciales como diplomaturas o licenciaturas.

Cristina Rodríguez